La pobreza golpea duro en el Sur de Europa desde el inicio de la crisis
La pobreza y exclusión social afectó a uno de cada cuatro europeos en 2014
Este pasado sábado, 17 de octubre se celebraba en todo el mundo el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza. Este Día Internacional celebra cada año desde 1993. Con él, la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución 47/196 Documento PDF), quiere concienciar al mundo sobre la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países. Este objetivo es un elemento fundamental del programa de desarrollo de las Naciones Unidas y sigue siendo el elemento central de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la Agenda para el desarrollo después de 2015.
El tema del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza de 2015 es: «Construir un futuro sostenible: unirnos para poner fin a la pobreza y la discriminación».
Y precisamente estos días se ha hecho público el informe EUROSTAT en el que señala que «La pobreza y exclusión social afectó a uno de cada cuatro europeos en 2014»
«Más de cinco millones de europeos se han sumado desde 2008 a ese ejército que ahora asciende a 122 millones de personas con riesgo de pobreza o exclusión social; el 24,4% de la población. El detalle de las cifras de Grecia es sobrecogedor. El de las de España no le va a la zaga: de 11,1 a 13,3 millones de personas en riesgo»
En la pestaña OPINIÓ podéis ver un interesante artículo del corresponsal del diario El País en Bruselas, Claudi Pérez, al respecto de este informe.
«La Gran Recesión no ha germinado literariamente en obras como Oliver Twist o Los Miserables —aunque ahí está el Crematorio de Rafael Chirbes—, que retrataron la miseria del proletariado industrial, ni hay en Europa un reverendo Malthus, una suerte de Nostradamus fallido (por el momento) que pronóstico un apocalipsis económico si la población seguía creciendo mucho más que los recursos. Pero las cifras cuentan historias, y los números de la crisis europea tienden hacia zonas umbrías: en 2014, 122 millones de personas —el equivalente a toda la población de Alemania y España— estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa. En otras palabras: uno de cada cuatro europeos lo pasa realmente mal, por mucho que la recuperación estadística haya comenzado. Las cicatrices de la crisis son especialmente visibles en la ribera del Mediterráneo: los mayores incrementos de los niveles de población con riesgo de pobreza corresponden a Grecia (que ha pasado del 28% al 36% desde 2008) y España (del 24,5% al 29,2%), seguidas de Chipre, Malta, Hungría e Italia»