Este pasado jueves, 25 de junio, fue elegido el socialista Ximo Puig como nuevo President de la Generalitat Valenciana. 20 años después de que el PP, con la ayuda entonces de Unió Valenciana, gobernara en el Palau de la Generalitat, se produce la alternancia.
Pero ya no hablamos de mayorías absolutas, o de mayorías relativas con apoyos puntuales de otros partidos. Hablamos del fin de gobiernos monocolores para dar paso a gobiernos basados en pactos, a dos bandas, a tres bandas, pero con participación en los gobiernos de los socios.
Una nueva forma de gobernar, más plural, más difícil también, no nos engañemos. Pero es los que los ciudadanos hemos votado. Queremos cambios, pero también no estamos dispuestos a otorgar «cheques en blanco».
Pluralidad que habrá que gestionar correctamente. Evidentemente hay agrupaciones políticas más preparadas para gestionar esta pluralidad, aquellos partidos que en sí ya son plurales, que llevan la pluralidad en sus genes políticos.
Mañana domingo tomará posesión en les Corts Valencianes el nuevo President, Ximo Puig. Y a partir de ese momento, se conformará el nuevo gobierno.
El nuevo Gobierno valenciano se nombrará, previsiblemente, el próximo lunes y contará, además de con la presidencia, con una vicepresidencia que ocupará Mònica Oltra y ocho consejerías, cuatro de las cuales bajo la influencia del PSPV y otras cuatro bajo la influencia de Compromís. Podemos, que hoy ha facilitado la investidura, se limitará a dar apoyo parlamentario al nuevo Consell y formará parte de una comisión de seguimiento del pacto de gobierno, conocido como el Acord del Botànic, para vigilar el cumplimiento de las políticas acordadas y proponer nuevas iniciativas.
Mónica Oltra ha declarado “Hemos de conseguir más política y menos partidismo” La líder de Compromís dice que el apoyo de su grupo a Puig «no es un cheque en blanco«.
Por su parte, Antonio Montiel justifica la decisión de apoyar a Puig sólo con 8 de sus 13 votos porque se trata de un apoyo crítico y vigilante